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FOCO GUANACOS FC

FOCO GUANACOS FC

Muchos equipos respetan su columna vertebral original de jugadores, se forma un solo grupo y juntos, a veces desde muy jóvenes, comienzan a crecer y pueden pasar años compenetrados por la pasión que transmite el fútbol. Con altos y bajos, transitan por canchas ante miles de rivales, pero la esencia no la pierden y los cimientos se hacen cada vez más sólidos. De esta forma podría presentarse el club Guanacos a donde vaya, un equipo con historia, unión y amistad.

Con alrededor de 25 años de existencia, este club reunió a un grupo de compañeros de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, teniendo como grandes fundadores a los hermanos Pablo y Enrique Lazo, junto a Ricardo Puente. De ahí a la fecha, esta escuadra se ha ido formado en base a amigos de estos compañeros y no pasa de ese círculo que con los años se ramificó fuertemente.

Belus Bravo, jugador histórico del club, llegó el año 2006, con algunas interrupciones en el camino, pero siempre ligado a este equipo, y su arribo se dio porque él también era estudiante de esta Facultad, y al tener contacto con gente que ya jugaba en Guanacos, llegó a esta escuadra, siendo su gran equipo de liga, como él dice: «Es un grupo de amigos súper bueno y dan ganas de ir a jugar. Hemos tenido buenas campañas, otras no tanto, obviamente nos gustaría estar más arriba, pero lo más importante es que la convivencia y el hecho de jugar juntos todavía está, y ahora estamos todos sobre 40 años, y eso es lo principal. Por supuesto es importante jugar y divertirse, pero tiene que ver con la convivencia, la camaradería, la amistad, y reírse de las mismas tallas de hace 25 años», afirma.

El nombre de este equipo se debe a que al momento de darle un nombre a este proyecto, estaban de moda los nombres de animales en clubes mexicanos, como es el caso de las águilas del América, los Tecos, los Tuzos, entre otros. Es por ello que adoptaron el nombre de “Guanacos.

Cabe destacar que Guanacos es uno de los equipos que han sido fieles con Liga Internacional, estando alrededor de 15 años en ella, mostrando una gran conformidad con el trabajo de la organización. Además, en algún momento, este club tuvo dos series; Junior y Senior, en donde la primera desapareció y la segunda, con el pasar de los años, se convirtió en Súper: «La Junior se terminó cuando la Liga se cambió a Noviciado, porque hubo un cambio generacional, la mayoría de los fundadores del equipo pasaron a cierta edad, y ahí hubo una descoordinación entre los Junior y Senior, porque los jóvenes se empezaron a llenar con jugadores que eran más los amigos de los amigos, por lo que se perdió el grupo duro. Entonces, los más grandes se fueron a Senior y Junior quedó un poco descompensado y se terminó porque no había mucho quórum“, nos cuenta Belus.

En términos generales, en su época Senior, Guanacos salió campeón en la segunda división Master de la categoría, logrando el ascenso a Premier, en la cual en muchas ocasiones han estado cerca de disputar finales: “Mucha veces hemos estado en la pelea en el pelotón de arriba, pero en los últimos años hemos sido muy irregulares. Algunas veces sacamos el tercero o cuarto, y otras veces no tan bien, de la mitad de la tabla para abajo. Esto se da por la misma naturaleza de la Liga, que algunos van y luego se pierden por el tiempo que tienen para la familia, pero obviamente siempre nos queda la sensación de que podemos hacer algo más porque tenemos buenos jugadores, y por esos problemas no hemos podido ser regulares”, señala Bravo.

Belus es autocrítico y sincero en señalar que el 2019 fue irregular, pero que a pesar de todo, cree que este equipo está para algo más: «El primer semestre fue bien bueno, estuvimos en un momento en el pelotón de arriba, y perdimos en las fases finales. En el segundo semestre empezamos mal, después nos recuperamos, llegamos a estar cuarto o quinto, pero la verdad fue una campaña ahí no más. Nos quedó una buena sensación porque las últimas fechas ganamos como tres o cuatro partidos seguidos, y quedamos con esa sensación de que se pudo haber hecho algo más”, y agrega que: “Por supuesto que nos gustaría ganar, pero no es el fin. La mayoría del equipo sigue de mucho tiempo, tenemos dos o tres incorporaciones cada año para reforzar el plantel, pero la mayoría son los mismos que están hace 10 años, y a lo mejor por eso no damos el salto, pero siempre quedamos con esa sensación de que, a pesar de tener buenos jugadores, no materializamos en campeonatos o poder estar definiendo allá arriba», sentencia.

En cuanto a los objetivos para cuando se reanude el fútbol, Belus es tajante en señalar que hay que mejorar la regularidad y que tienen equipo para conseguir mejores resultados: «Siempre en la cena o asado de fin de año, la típica es decir: ‘ya el próximo año sí, vamos con todo’. Para mí, la idea es ser más regulares, estar en el pelotón de arriba como mínimo y ahí pelearla, tenemos desventajas con otros equipos porque se preparan mejor, y tienen más plantel además, pero tenemos jugadores para estar entre los tres o cuatro mejores de la Liga».

Dada la contingencia, Bravo nos dice que extraña sentir esa rutina que le daba Guanacos, con su gente, su ambiente y el fútbol: «Justamente con esto de la pandemia, uno valora las cosas que hace regularmente. Nosotros hace mucho tiempo no jugamos, prácticamente desde diciembre, pero compartir eso, estar con los amigos y compañeros, jugar fútbol, una cosa tan importante que ha hecho siempre de jugar, de compartir, de sociabilizar, de reírnos, de volver a jugar, de competir. Eso se echa de menos».

Más que las copas, que los resultados, más que la misma historia, lo que hace especial a Guanacos es la unión del mismo grupo de amigos que se formó hace 25 años, y que en el camino ha ido sumando a grandes estandartes como es el caso de Belus Bravo, y curiosamente, él engloba en una sola palabra a este club, y que no es precisamente fútbol, pasión o garra como comúnmente pasa, es algo más carismático, e incluso, más cercano entre los mismos jugadores: «El humor, el sentido del humor siempre, la amistad, la camaradería, la buena onda, por supuesto que también nos calentamos cuando la cosa no anda bien, y me incluyó ahí, pero en especial el sentido del humor, de reírnos de las mismas cosas y tallas de hace 25 años, y más que eso, de ir contento y con ganas a jugar, independiente de los resultados. Lo más importante es estar con el grupo de amigos y compañeros para jugar todos los domingos», finaliza.

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