Las plazas de los barrios y poblaciones son lugares típicos, centros de reunión comúnmente amistosas, pero también familiares y vecinales. En algunas, lamentablemente, se pueden producir incidentes o cosas que no acompañan con la armonía de lo residencial, pero en otras es todo lo contrario; los niños en los juegos, los amigos compartiendo risas, adultos descansando en la sombra de un árbol, gente paseando a sus mascotas, entre otras situaciones que se pueden dar. Sin embargo, para un grupo en particular, una simple plaza fue el punto neurálgico para la formación de un proyecto que simboliza la amistad en todos sus aspectos.

En una plaza de la Villa “Los Puertos” en el sector de Laguna Sur, en la comuna de Pudahuel Sur, tiene en su conformación bancas de hormigón y ladrillo con la forma de una letra “Z”, y fue acá el lugar en que vio nacer la amistad de un grupo de muchachos que crecieron y hoy, motivados por ese valor y el deporte, hace un año formaron un club de fútbol que, justamente, quisieron llamar “La Z FC”, por el significado que hay para ellos en este espacio recreativo en medio de su barrio.

Alejandro Cancino, joven ingeniero, es el representante del club, y de esta forma nos describe una relación grupal que tiene más de 20 años: «Es una amistad de casi toda la vida reunidos en esta villa de Pudahuel Sur, nos conocemos de chiquititos, hay miles de anécdotas. Antiguamente esa plaza no tenía rejas y había una cancha de tierra con dos fierros parados como arcos”, y agrega: “Hemos pasado de todo, incluso nos ha tocado ver amigos que han fallecido, pero estamos juntos siempre como familia. Nos conocemos de tanto tiempo que hay respeto y amistad de la buena», afirma.

Sus inicios en el balompié fueron con el baby y futbolito, pero muchos de los jugadores que componen el club hoy tienen un pasado en fútbol 11 representando a otros clubes de otras comunas: “Fue una idea mía que lo comenté al grupo y a todos les pareció. Nos ayudó la edad y el tiempo por el que estamos pasando cada uno, todos con su profesión y trabajo, más responsables y algunos con sus hijos incluso”.

Esta idea de Alejandro surgió por la invitación de unos compañeros de su Universidad a jugar en la comuna de Ñuñoa, donde armaron el equipo y debutaron oficialmente en la quincena de mayo del 2021 aproximadamente. Desde esa fecha no han parado, siempre han estado bien organizados y fue en nuestra Liga donde se estrenaron en una competición amateur: «Recuerdo que ya habíamos jugado partidos amistosos en otros lados, ganamos y perdimos algunos, así que nos motivamos y empezamos a buscar ligas y me puse a googlear, ahí aparecieron unas competiciones y entre ellas estaba Liga Internacional IFL”, nos señaló, y apuntó a que la atención había sido inmediata: “Fue super rápido y expedito, me llamaron y en un principio, uno al ser primerizo no confiaba en primera instancia, pero nos dieron la seguridad de ser una Liga responsable, estructurada y seria”.

En su conjunto, estos niños que crecieron en la plaza “Z” de la Villa “Los Puertos” ahora son jóvenes con profesiones y trabajos de distinta índole, entre ellas las de kinesiólogos y preparadores físicos, algo que les ayuda a mantenerse en forma para la competencia sana. Además, la idea principal del equipo es siempre pasarlo bien, distraerse y tener el desahogo de la semana laboral, es la instancia para juntarse como amigos y familia que describe Alejandro Cancino.

En lo futbolístico, La Z FC ha llamado la atención de sus rivales por la fuerza, tenacidad y el carácter aguerrido que ha mostrado en sus compromisos, terminando el Clausura 2021 -el primer torneo oficial que juegan como equipo- en un respetable quinto lugar y fueron ganadores del premio Fair Play. Actualmente, en el Apertura, están en la lucha por un cupo en la Copa de Oro y, obviamente, hay grandes metas propuestas de por medio: «El objetivo de cada uno es pelear el campeonato, pero si no se logra igual vamos a estar contentos», señala Cancino.

«Hay mucha calidad en cada uno de los jugadores y todos con sus respectivos pasados futbolísticos, pero hay que reparar muchas cosas, como la comunicación y la táctica. Yo creo que todo se puede mejorar y nuestra diferencia con los demás está en que jugamos con empuje, con mucho corazón y todos queremos campeonar», argumenta Alejandro, y añade: «La idea es que si hay amigos de amigos que se quieran incorporan al grupo, bienvenidos sean, las puertas están abiertas porque sabemos que no debemos quedarnos solo con los que somos».

Respecto a nuestra competición, Alejandro se muestra conforme: «Se nota que es una Liga organizada, se invierte muy bien, las canchas están en buen estado, el equipo de comunicación que hay lo hace ser muy interesante y con un plus distinto a los demás. Esto nos motiva a seguir participando y conseguir logros”, y agrega: «Esperamos que la liga siga con esta seriedad que la caracteriza y no como otras en donde se pelea y va cualquier persona. Aquí hay una calidad en el respeto entre los equipos».

Para finalizar, en tono emotivo, Alejandro se sincera y nos dice que no hay palabra que defina a este gran conjunto de amigos: “Todos los chiquillos son muy buena onda, es la familia que nos acompaña todos los domingos, son personas muy honestas que en ningún caso van con la maldad, somos un grupo muy unido, no es solamente un equipo que se viene formando, porque más que jugar fútbol, hay una amistad de más de 20 años atrás”.

Además, se enorgullece del origen de todo esto, el cual empieza con su familia y los primeros recuerdos que hay en la memoria desde la infancia: «Yo soy nacido y criado por mis padres en la comuna de Pudahuel, voy a la plaza ‘Z’ desde que tengo uso de razón, jugando en el columpio, el resbalín y a la pelota. Son sentimientos encontrados porque los conozco de toda la vida a los chiquillos, es un respeto y cariño enorme a cada uno de ellos. Espero seguir con esta amistad y grupo lo más que se pueda y vamos para adelante, siempre con ‘La Z FC'» y como aliento a sus compañeros -amigos-, dice: «Les mando optimismo, respeto hacia cada uno, que este no es un grupo que solo juega a la pelota, aquí van los padres, hijos y todos, por lo que hay que mantenerse unidos», cierra.

Y es que muchos, por crecimiento, por trabajo, por estudios y otros factores, no nos vamos olvidando, sino, alejando de las raíces. En este grupo no pasa ni uno ni lo otro, no. Aquí la amistad esta sellada y personificada en una plaza, en unos asientos, en objetos y lugares tangibles que para estos jóvenes simboliza la vida entera, la esencia del barrio, la fuerza de la calle, el empuje de lo aprendido y el cariño con el que ha estado al lado, ese mismo compañero que como el mismo Alejandro lo señala, te tirabas por el resbalín, te columpiabas y dabas tus primeras patadas a una pelota. La Z FC es eso, el sueño de creer en la amistad con la familia que eliges, con los amigos de la plaza de tu casa.