Fueron años y años de disputas, malos ratos, resultados ingratos, de momentos dulces y otros bien agrios, de temporadas tambaleando entre el ascenso y el descenso, siempre destacando por su Fair Play y buena conducta, por un código de camarín en donde todos juegan y participan, en cada momento con su caballerosidad dentro y fuera de la cancha. Atlético Oriente, durante casi 20 años ha vivido de todo en nuestra Liga Internacional IFL, excepto una cosa: ser campeones.

Siempre parecía ser un sueño esquivo, porque en más de una ocasión tuvieron que conformarse con el galardón de plata y finales perdidas, pero nunca pudieron levantar el título máximo hasta ahora. Tras varios años de intentos, recambio de jugadores, transiciones de series y un sinfín de modificaciones que el paso del tiempo te obliga a hacer, Atlético Oriente logró consagrarse como campeón de la máxima categoría Senior de la forma más dramática posible, pero que, sin duda, lo lograron con plena justicia, con una campaña invicta, siempre mostrando solidez hasta en los momentos más complejos, siendo capaces de sobreponerse a resultados adversos y con cualidades individuales sobresalientes.

Algo de este momento muy emotivo e histórico para la institución lo puede explicar muy bien su gran capitán, el defensa central Víctor Herrera: “Nosotros estamos hace más de 20 años en la Liga, en el club llevo aproximadamente diez años, y en este tiempo nos tocó siempre sufrirla, siempre remar desde atrás, antes jugábamos en Junior y perdíamos muchos partidos, ahora logramos hacer dos series y nos afianzamos como club con los valores que a nosotros nos caracterizan, que es el juego limpio, la camaradería, el respeto, y poder llegar a esto es increíble; las emociones que siento en este momento son enormes”, señaló al término de la gran final el 30 de diciembre pasado.

El título lo logró mediante lanzamientos penales, y obviamente, la definición fue más que dramática no apta para cardíacos. Ante esta, y otras barreras que se fueron poniendo en el camino, Herrera señaló cómo logró trabajar esto durante la semana previa a la final desde su labor como capitán: “Le mandé a todo el club un mensaje y un video motivacional de cuando Chile ganó la primera Copa América, y decía que, en 100 años de deporte, nunca habíamos ganado nada. Esa misma sensación tengo hoy, siento que somos los mejores, ganamos merecidamente esta copa, es primera vez que ganamos Copa de Oro en primera división y ahora vamos por más. Formamos un equipo muy bueno, y el club como institución está por sobre todo”, declaró muy emocionado.

Y dentro de esta misma emoción, dio los agradecimientos correspondientes y dejó muy en claro que esto no termina acá: “Le doy muchas gracias a la Liga Internacional IFL, hay cosa que mejorar, pero sé que vamos a poder seguir y da gusto venir a jugar acá”, y agregó: “A mis compañeros, solo orgullo; me siento orgulloso de cada uno porque cada persona vive sus peleas personales día a día, y venir el domingo a la cancha nos saca de eso, pero sé que hay muchos que no la están pasando muy bien, hay algunos que reman, que se esfuerzan por estar acá y este premio es por el esfuerzo de cada uno”.

“Yo sin el equipo no soy nada, y me siento muy responsable y orgulloso de haber sido el capitán, de dirigir estos buenos valores y ley a todo el equipo. Vamos no más, que nos queda camino, hay que seguir trabajando que viene la Super Copa, y si la ganamos, nos vamos a Super Copa de Ligas, y ese es el lema de nosotros”, cerró.

Atlético Oriente es el reflejo del compromiso, el amor a la camiseta y de la lealtad, porque es recién después de casi 20 años que logran un primer título de oro, pero es tan grande el objetivo y la visión de la institución, que aquí se cumple a cabalidad la gran ley del fútbol que es “el club por sobre todo”. No importaban los resultados, importaba mejorar; no importaba perder, importaba seguir creyendo; no importaba pelear, importaba seguir unidos. Y el premio, sin dejar de ser algo ingrato para ellos, llegó, tardó, pero llegó. Como si 20 años no fueran nada, Atlético Oriente celebra la primera estrella, y de seguro, será la primera de varias.