La junta con los amigos es sagrada, nada puede interferir en aquello; se disfruta, se conversa, se comparte y se ríe. El grupo de los “compas” es la distracción, el desenfoque a la rutina, al trabajo y los malos momentos que uno pueda estar pasando, siempre existirá ese instante, ese día que servirá para romper la semana con varios tragos de cerveza, las tallas y el fútbol, y de forma imprescindible con los amigos. Así lo viven todos los martes los “chanchos”, jugadores y amigos del club PSG, equipo que en este Apertura 2022 hicieron su debut en nuestra Liga Internacional IFL.
Alberto Gutiérrez, uno de los fundadores, y actual capitán del equipo, nos narra la historia del “Chancho Tirao’ FC” -su nombre original- el cual abarca la fiesta, la cerveza, la camaradería y el fútbol: «PSG nació hace siete años en la Ciudad de Los Valles, Pudahuel. Tengo dos amigos que vivían en el barrio, jugábamos a la pelota, hacíamos amistosos y nos gustaba hacer el tercer tiempo; somos los dioses del tercer tiempo”, afirma Alberto en el inicio de esta historia: «Con uno de los fundadores soy amigo de hace más de 25 años del Liceo, el otro era un vecino de la Ciudad de Los Valles que cuando llegó, fui a darle la bienvenida con una cerveza y hoy somos inseparables”, señala.
En este inicio de juntas, trajo consigo, obviamente, el fútbol y las pichangas entre amigos que más que jugar, era una excusa, como dice abiertamente Alberto, para enfiestarse: «Un día dijimos que estamos jugando todas las semanas, nos gusta jugar los martes porque así cortamos la semana, casi todos andan el miércoles con resaca -por lo que ese día no existe-, el jueves nos recuperamos y el viernes estamos listos para la fiesta de nuevo. Esa fue la idea original; fue más talla y leseo que otra cosa», nos sigo contando en un tono muy lúdico.
Esa conversación fue el pie inicial para armar un club deportivo y aventurarse en ligas amateur, empezando por el futbolito en la comuna de Maipú: “Se sumó otro amigo y también llegó un maestro que le gustaba jugar a la pelota; él enganchó porque le gustaba beber y los asados, calzaba con el perfil. De esta forma armamos un grupito que partió con tres, y terminamos juntando diez para inscribirnos en un campeonato como primera incursión en el año 2015″, nos dice Alberto, pero también nos señaló que el rendimiento no fue el óptimo, por lo que se tuvo que tomar grandes decisiones: «Este campeonato nos quedaba a trasmano y además era de formato libre, nosotros ya estábamos arriba de 30 años. Nos pasaron por encima, fuimos el equipo más goleado y con menos goles a favor, sacamos todos los puntajes negativos que se puede tener».
A pesar de los resultados negativos, este grupo se afianzó y la consigna siempre era juntarse para beber, por lo que se replanteó la fórmula futbolística, siempre con la consigna de respetar el intocable martes: “Jugábamos ese día, nos calzaba perfecto, e incluso, nunca nos hemos dejado de juntar los martes, es sagrado; lo saben nuestros hijos y señoras, todo el mundo, entonces nadie nos molesta. Si está de cumpleaños tu señora el martes, ella sabe que te vas a juntar con nosotros, a menos que haga algo para todos, y lo sabe toda mi familia, incluso nuestros jefes. Nadie molesta el martes en la tarde ni el miércoles temprano”, nos sigue relatando Alberto con un tono muy amistoso.
Para lo netamente futbolístico, se asentaron las bases, decidieron inscribirse en un campeonato Senior y justo aprovecharon una oportunidad que se dio por una liga en la misma Ciudad de Los Valles: «Ahí nos fue mejor, participamos en siete ediciones más o menos; tenemos dos copas, tres subcampeonatos y otras participaciones menos honoríficas, pero nos fue bien”. De esta forma, con la mejora en su rendimiento y el aumento en el número de personas que eran parte del club, es que se puso sobre la mesa un enorme desafío de cara al futuro: “Hace dos o tres años atrás estábamos con la idea de jugar fútbol, quería algo más competitivo, y todos decían que sí en el momento, pero cuando había que sacar cuentas y comprometerse con levantarse el domingo temprano, ahí bajaban los cupos. En el inicio fue algo muy frustrante», nos comenta Gutiérrez.
Como dato no menor, una base importante del PSG, entre ellos Alberto, jugaron en su momento por el equipo AC Milan de nuestra Liga Internacional IFL, por lo que ya conocían nuestra competición, siendo su primer acercamiento, luego de varios intentos, con el fútbol: «Pasó un tiempo y quisimos volver a preguntar quienes se motivaban a hacer un equipo, rescatando también algunos jugadores de este club que ya se estaba saliendo de la liga, así que hablé con la administración para saber si se podía abrir cupos y reservé al tiro uno yendo a la vida», esto en noviembre del año pasado.
La idea era contar con un número de jugadores que, además de cumplir con el día domingo, contaran con la mística de este club, que era de ser titulares indiscutidos para el tercer tiempo: «En febrero teníamos 13 jugadores inscritos, y en marzo, cuando ya había que cerrar la inscripción, confirmaron todos los que faltaban de nuestro equipo e hicimos 20 jugadores, conocidos entre el futbolito y la fiesta, amigos todos», y agregó: «La dinámica del equipo ha sido buena, logramos entrar y jugar como primer objetivo. El segundo, era competir, y hasta el momento lo hemos hecho”. Finalmente, Alberto también nos cuenta que hay más ramas deportivas en el PSG además del fútbol: «Jugamos tenis, pool, ping-pong, y hacemos campeonatos internos para mantener esto vivo, sin dejar de lado el asado y beber».
Una de las mejores anécdotas de este equipo y que no se puede no mencionar es sobre su nombre; si bien en Liga Internacional IFL figura como “PSG”, como ya se dijo antes, el original es el “Chancho Tirao’ FC”, y su historia, en palabras de Gutiérrez, dice así: «Estábamos bien borrachos cuando se nos ocurrió, y como no habíamos jugado nunca competitivamente, alguien dijo ese nombre y estuvimos todos de acuerdo, y así quedamos”, continuando con su tono bien lúdico. Además, no es la primera vez que incursionan con el nombre de un equipo europeo, ya que sus primeras camisetas eran una réplica del Borussia Dortmund de Alemania, llevando ese nombre a las competiciones posteriores. Sin embargo, en el campeonato de Ciudad de los Valles, se pidieron nombres de clubes que participaran en la Champions League, y ya había una escuadra llamada “Borussia”, por lo que tuvieron que cambiar camisetas y ponerse “PSG”, nombre con que el llegaron a nuestra liga.
«Después, en uno de los cuantos asados que hemos tenido, alguien preguntó si podíamos cambiar la camiseta y yo mostré la de un diseño con un chanchito, que es la camiseta que tenemos actualmente, y lo pusimos con una cerveza, siendo hasta hoy la camiseta oficial», sigue narrando Alberto, y agrega: «En cancha somos todos limpios para jugar, la mayoría de las veces nos vamos a dar la mano, estuvo bueno o estuvo peleado, todo queda ahí, pero fuera de ella, nosotros vamos a estar con el leseo. Eso no quiere decir que nuestro objetivo no sea competir, sabemos que debemos crecer y mejorar el rendimiento para atraer más gente, aunque los que están tienen un compromiso increíble con el equipo. Lo bueno es que, independiente si se gana o pierda, el tercer tiempo va igual, contentos por una victoria o tristes por una derrota», señala.
Alberto, con ese tono lúdico que ha utilizado a lo largo de este relato para contar la historia de los “chanchos”, afirma que ha sido la aventura más entretenida fuera de su vida profesional y laboral, porque este club le ha permitido tener amigos increíbles donde siempre se comparte un rato de buen fútbol y una rica cerveza: “Para mí, el chanchito es lo máximo», termina por decir.
En cancha, el PSG no alcanzó a acceder a Copa de Oro y estuvo hasta el último buscando la oportunidad de entrar al dictamen final para lograr un cupo de ascenso y campeonar. Sin embargo, en la Copa de Plata, partieron con el pie derecho y lograron un triunfo para, por último, sellar su primer año oficial como club en fútbol 11 con un título, el cual, seguramente, lo usarán para tomar cerveza, celebrar, disfrutar y reír como lo es la esencia de este equipo lúdico, alegre, lleno de felicidad, porque saben bien que la combinación entre amigos, fiesta y fútbol es el ADN del PSG, o mejor dicho, del “Chancho Tirao’ FC”.
