Muchos de los equipos que componen nuestra Liga Internacional IFL vienen del barrio, de una tradición familiar u otros vuelven a existir después de mucho tiempo. En este caso, hay un club que cumple con estas tres características; nacidos en la comuna de Ñuñoa con su clásica cancha ubicada en la rotonda de Rodrigo de Araya y fundado en la década de los 70’ por gente de la zona, quienes heredaron esta pasión a sus hijos, y después de algunos años sin funcionar, se rearmaron y renacieron con los mismos valores que se les inculcó de pequeños. Esta es la historia del aguerrido Deportivo Mendoza.

Llamados así por el apellido de un antiguo general de Carabineros, “El Mendoza” estuvo activo durante casi 40 años en torneos ANFA con distintas series, sin embargo, todo cambió a partir del 2016 cuando fue perdiendo gente, se quedaron con una sola categoría y un plantel compuesto por 12 jugadores como máximo. Se menciona esto porque justo en ese año, Felipe Chaparro, uno de los herederos del Deportivo Mendoza, es invitado a participar a nuestra Liga Internacional IFL por el club Libanés, a lo que él accede y donde incluso llevó una importante camada de jugadores mendocinos para componer el equipo, mientras que la otra parte se quedó en los torneos ANFA.

«Siempre quedó el bichito de volver a jugar como club porque uno le sentía un cariño a este equipo de barrio, de la casa, de toda la vida”, nos comienza a narrar de forma muy emotiva Felipe, delegado y representante del “Mendoza” ante nuestra organización: “Se dio la posibilidad de volver a organizar el equipo con una serie y le dimos con todo para adelante. Nos tuvimos que despedir de Libanés, los muchachos del ANFA también se despidieron de sus respectivos clubes y la verdad ha sido una experiencia bien bonita volver a juntarnos, porque prácticamente estamos volviendo de cero para ver temas tan básicos como las camisetas, hasta temas tan puntuales como lo económico; el equipo renació de las cenizas porque estaba muerto», afirma.

Debido al desapego de este grupo de jugadores que estaba en Libanés con la institución, más la para futbolística del torneo ANFA, resurgió la idea de formar nuevamente el Deportivo Mendoza, situación en la que Felipe y sus amigos actuaron rápido, siendo el mes de agosto del 2021 la fecha en que “El Mendoza” volvió a existir como club: “Empezamos a conversar para ver la posibilidad de jugar juntos en el 2022, buscar dónde y yo propuse al tiro la Liga Internacional IFL porque la conocí, siempre me gustó su formato, incluso yo conocía otras ligas que no me gustaron, así que acá es algo que conocíamos y que nos gustaba», nos dice Chaparro.

Desde agosto del año pasado a la fecha, “El Mendoza” se preparó para enfrentar el Apertura 2022 de la mejor manera, haciendo su pretemporada en la cancha que fue de ellos toda la vida, en la rotonda de Rodrigo de Araya como se mencionó en un principio, además de conformar un plantel con una planilla acotada con solo 19 jugadores, algo que así establecieron porque querían solo gente comprometida en todos los ámbitos, algo que hasta hoy los mantiene muy unidos, estando en la parte alta de la competencia y con un lazo de amistad que está, además, afuera de la cancha: «Los que componen el club somos todos amigos, nuestras señoras se conocen, nuestros hijos juegan juntos, van a los cumpleaños, etc”.

La idea de un plantel corto siempre fue el proyecto original buscando abarcar los puntos económicos y futbolísticos de igual manera, que todos sean comprometidos y aporten en la competencia, y según Felipe, dieron con ello y los resultados están a la vista: terminaron la fase regular de la serie Master en quinto lugar, lo suficiente para entrar a Copa de Oro y en donde, hasta ahora, han marcado dos hitos, que son el de derrotar y acabar con el invicto del puntero Platinum FC, y empezar la fase final con un sólido triunfo ante Suruba, situación que ahora los tiene en la parte alta de la tabla con posiciones de ascenso y palco preferencial en la lucha por el título. Sin embargo, son conscientes de un punto negativo muy importante y que ha sido tema en la interna, y es que son el equipo con peor juego limpio del campeonato.

“El gran problema de nosotros, y que sinceramente lo digo, es que nos cuesta el Fair Play, porque la mayoría de los chiquillos veníamos de formato ANFA, donde hay más pierna fuerte y roce, entonces estamos pasando por ese proceso de cambio, por eso somos el equipo con peor juego limpio. Estamos tomando el ritmo de Liga Internacional IFL con este sistema y se ha tenido muy en cuenta, se conversa siempre después de cada partido, e incluso, hay reglamentos internos en el con el fin de mejorar porque por Fair Play puedes perder un campeonato», reflexiona Felipe Chaparro.

En cuanto a los objetivos, han ido de menos a más porque saben que están pasando por un proceso de adaptación, y como cualquier equipo, anhelan con el campeonato, pero ahora lo primordial es estar entre los tres primeros para conseguir el ascenso a la Premier, algo que solo por el momento, están consiguiendo y siempre con los pilares virtuosos de la mano: «Tenemos como base el respeto, la amistad, el compromiso y la familia, esos son los valores principales del equipo y lo que queremos mantener”, señala.

El lazo con Liga Internacional IFL, según Felipe, ha sido bueno, y para el equipo todo ha ido de forma positivo: «En ANFA jugábamos en canchas de tierra, entonces pasar a jugar a la Liga ha sido un agrado para todos, por su ambiente, por el estado del césped y la relación con los rivales. Con la organización, el trato lo llevo yo, y a veces hay que poner mente fría porque no siempre se puede apelar por todo, y por ahora nos ha ido espectacular».

En lo personal, Felipe Chaparro comparte plantel con sus hermanos, Diego y Pablo, quienes jugaron en Libanés y Húsares respectivamente, y los tres se alinearon para refundar este lindo proyecto junto a sus amigos: «Jugar con la familia es algo que a los que nos gusta el fútbol es impagable. Que te levantes un domingo en la mañana, pases a buscar a tus hermanos, te vas en el auto con ellos y con tus primos, con tus mejores amigos, es algo maravilloso. Con lo que estoy viviendo ahora, a mis 38 años, no puedo pedir más; mi casa y el ‘Mendoza’ son mis dos pasiones, y qué mejor que hacerlo con mis hermanos», nos dice muy emocionado.

Su proyecto como club quiere trascender, y Felipe anhela la formación de más de una serie en nuestra Liga Internacional, todo esto gracias al rumor de que “El Mendoza” volvió, que se está cimentando una base sólida, y muchos antiguos jugadores están con ganas de ser parte de este equipo que reúne la tradición, el barrio, la historia, los amigos y la familia, el mismo significado que es para Felipe Chaparro: «Para mí, ‘El Mendoza’, es familia. Es mi segundo hogar, donde están mis hermanos y amigos, es la motivación, las ganas que sentía de jugar como cuando tenía 20 años y empecé a estar en este equipo, es el recuerdo del pasado y mezclarlo con nuevos momentos. Me tiene 100% motivado, y como líder, quiero transmitir eso a todos en el plantel”, cerró.